Alejandro Castro, un asesinato para amedrentar a los que reclaman

Obviamente surgen dudas, debido al comportamiento anterior de los capitalistas. Han sido capaces de quemar vivos a jóvenes, degollados, reventar a cualquiera que se enfrente a su sistema de infamias.

“Hermosa celebración del 5 de octubre.” Un joven se mata por estar harto de la tragedia económica del país o lo matan para que sirva de ejemplo contra los que reclaman. Igual que en los tiempos antiguos.

Lo que ocurre en Quintero no es sólo reflejo de una falla ambiental, sino estructural.
Lo ecológico es florero de adorno, el error Es económico, las cosas por su nombre.
Allí hay otra muestra del desprecio que los señores le tienen, incluso, hasta a su propia tierra.
El clan de las 7 familias de la mafia mercantil no debe parar de reír ante lo ocurrido.

Alejandro ha muerto ahorcado. Aunque el término más exacto sería estrangulado.
Corolario de arsénico, ensaya sobre los niños. Él se transforma en ejemplo vivo de lo que es quedar sin aire. Sintetiza en un acto propio, el escenario que se nos viene encima.
Escena de escamas contaminadas se reúnen a verlo ondear nuevamente en contra tanto desamparo.

Sépanlo. La bandera de su nombre aún flamea y no ha sido, ni será arreada.

Al abordaje mis valientes versos, que no quede nadie atado al sillón de la brutalidad.
Creen que rompiendo una flauta traversa en dos, silenciarán la música. El coro de pájaros heridos, tendidos y asfixiados en sus tiendas de compañías que ríen escondidas detrás de la publicidad televisiva que todo lo corrompe o lo deforme de sus comportamientos cavernarios de debatir con un palo, revólver o perro que da las órdenes. Ante gentes que sólo piden lo justo, no será olvidado.

Ojalá se sepa quiénes lo amenazaban. Ojalá tengan algo que ver los Homo Pacus o los señoritos de la valiente Armada (Amén de La Esmeralda, su mazmorra flotante) por que hay que organizarse y salir a protestar con arpón en mano en contra de estas ratas marinas.

Los dirigentes que vayan acompañado. Que nunca estén solos. Que apoyen la espalda contra cualquier pared o lancha, mire que es ahí donde son duchos algunos valientes.
Los niños se van muriendo y ya no bastan los caceroleos. Hay que avanzar hacia otras formas más determinantes (fulminantes)

Cuesta creer que se haya suicidado, extraño ya que la estrangulación produce pérdida de conciencia y eso, a todas luces, era la proa, la prosa hermosa de Alejandro.

La calidad del aire es directamente proporcional a la calidad de
personas que administran los recursos para la limpieza de éste.

Es indiscutible que tengamos incertidumbres, después de la muerte del dirigente sindical Juan Pablo Jiménez en el 2013. Después la compañera Macarena Valdés en el 2016. Activista medioambiental que también aparece ahorcada. Ahora, el 2018, lo de Alejandro Castro, dirigente pesquero.

Obviamente surgen dudas, debido al comportamiento anterior de los capitalistas. Han sido capaces de quemar vivos a jóvenes, degollados, reventar a cualquiera, que se enfrente a su sistema de infamias.

“Hermosa celebración del 5 de octubre.” Un joven se mata por estar harto de la tragedia económica del país o lo matan para que sirva de ejemplo contra los que reclaman. Igual que en los tiempos antiguos.

Como dato. Los hombres tienen las tendencias más altas de suicidarse en Chile. Mueren con la ayuda y empuje de cardúmenes agiotistas, que poco les importa y mucho menos a los «apósteles de la igualdad y sus engañifas varias», ya que esto no vende como marketing, ni trae el financiamiento de sus sacrosantas Fundaciones.

Se me muere un niño asfixiado o envenenado por lo ocurrido. No usare balines, ni tampoco velas que no sean de gelatina. Quedan advertidos.

Para Prensa Opal: Andrés Bianque Squadracci.

Despedida al luchador Alejandro Castro.