Jaula Segura: La guerra psicológica de los medios, la policía y el gobierno.

No parece coincidencia la salida del video, “justo en cierto momento preciso”, del tema del “Aula Segura” y además, lo más preocupante es que de manera magistral se perfiló este video y repentinamente, ahora mucho más, ya nadie se pronuncia sobre el problema ambiental de Quintero y sigue la violenta indiferencia de parte de las autoridades respecto a la muerte de Alejandro Castro.

Golpeando al Gope.

El Grupo de Operaciones Empresariales ha sido víctima de escolares que han pateado la cabeza de un representante de la justicia.
El tema central es que la derecha intenta instalar el proyecto Jaula Segura, mediante el cual, por ejemplo, se expulse a alumnos que protesten o ejerzan violencia debido a sus demandas educacionales.
El día de hoy, a través del alcaide de Santiago, ha llegado a la prensa el video donde se aprecia a niños golpeando a un policía. El video en cuestión ha generado diversas reacciones.
Lo interesante del cortometraje es que exterioriza las contradicciones a las cuales se está expuesto cuando se pretende asegurar puestos y prebendas, bajo la ofrenda de ofertas electorales.

¿Cómo se supone que uno se debe defender de un ataque barbárico? ¿Tirándose al suelo y haciéndose el muerto? No sé si ésta “moda buenamoza” que apoyó a Bachelet hable a título personal o esté entrenada para decir una estupidez de estas dimensiones.

Pareciera que esta fifiriche no ha leído jamás a una mujer llamada Gladys Marín, ni mucho menos a un personaje menor como Marx, entre otros y otras. Poco probable que este producto sintético entienda lo que es la: Tensión acumulativa de la Lucha de Clases.
El hecho de que se haya guardado un video donde escolares golpean a carabineros obedece, según mi parecer, a una arista de lo que se llama manipulación de opinión, (guerra psicológica) intentando dirigir la opinión pública hacia una determinado sentir.

No parece coincidencia la salida del video, “justo en cierto momento preciso”, del tema del “Aula Segura” y además, lo más preocupante es que de manera magistral se perfiló este video y repentinamente, ahora mucho más, ya nadie se pronuncia sobre el problema ambiental de Quintero y sigue la violenta indiferencia de parte de las autoridades respecto a la muerte de Alejandro Castro.

Es este trance específico y “anecdótico” el cual hace que la fuerza de la gravedad de los hechos tire hacia el piso ciertas caretas y disfraces que no son más que adornos.
Queriendo estar a la par con las declaraciones políticamente correctas de Gabriel Boric respecto a los DDHH, cierto sector de la izquierda busca ganar adherentes en los sectores progresistas y de centro de derecha, alzándose como defensores de los derechos de todos los seres humanos, lo cual está bien y procede. Sin embargo, los precedentes indican una y otra vez que: intentando solucionar problemáticas sociales a través del diálogo o el yoga político, no se prospera jamás.

Es extraño que quienes blandieron la violencia o la usaron para ganar sus causas, ahora rasguen vestiduras en el contexto de leyes de la Dictadura.

Es aquí que el progresismo, llámese hipismo o feminismo de pacotilla, exponga su triple discurso. «Hay que defenderse de los agresores, de la violencia» y piden las penas del infierno contra quien desoiga el nuevo Evangelio Uterino o animalista, pero, cuando los niños pegan de vuelta en contra de los abusadores, “ahí es preocupante”.
Más preocupante es tener líderuchos cobardes, sumisos y correctos cuando se trata de los patrones, pero exigentes y severos contra los explotados. Y hay de quienes se preguntan del porqué del avance del nazismo y la ultraderecha en el mundo. Como si se trata de un concierto: “Gracias Totalitarias” trapecistas de ideologías itinerantes.

Quiera la ironía del sino cuántico, que estos mismos que se horrorizan ante estas escenas, sufran en carnet propio, el delicado garrotazo policial, realizándoles la lobotomía que tanta falta les hace. Ahí probablemente estos se tiren al suelo y den piruetas físicas, no sólo políticas, o se quemen a lo bonzo o unan sus manos en oraciones y peticiones o ayunos metafísicos o malabarismos dialécticos y didácticos de cómo acurrucarse como un feto cuando estos pobres abusadores tengan que dar su cátedra de cavernas.

Cuando las reformas empiecen a incomodar a los señores, estos no vacilarán un segundo en hacernos desaparecer, torturarnos o degollarnos. La historia lo señala. Y cuando esto ocurra, los mismos que ahora se arrastran, llamarán al pueblo a implementar sus políticas de rebelión popular. (En la medida de lo posible, obviamente)
Por algo los cubanos comentan repetidamente, la increíble cobardía de años, de la llamada “vanguardia del pueblo”

Para Prensa Opal: Andrés Bianque Squadracci.