La comunidad sureña de “Alto Colchagua”, ubicada en el Cajón Codillerano de San Fernando, entre los rios Tinguiririca y Claro, caracterízada por sus bellos paisajes, tranquilidad, aire puro y calidez. Denuncian que paulatinamente sus condiciones de vida están siendo afectadas en estos últimos 20 años, por instalación de industrias Agrícolas, Forestales e hidroeléctricas, quienes de forma insdiscriminada, ilegal e impune, roban y contaminan las aguas (rios Claro y Tinguiririca), generan ruidos molestos, aplican agrotóxicos sin ningún resguardo, ni respeto por la normativa vigente, entre otras acusaciones, que han deteriorado la biodiversidad de especies y el equilibrio medioambiental en la zona.

En lo que refiere a los daños que produce la Agro-industria en el sector, una de las que presenta mayor perjuicios asociados con la vida cotidiana de la comunidad desde su instalación hace tres años, es la “Agrícola Garcés”. Esta se ubica entre la localidad de Las Villas y El Llano Alto.
La Agricola Garcés o Garces Fuit, con casa matriz en san Francisco de Mostazal y llega a instalarse en el KM 18 de la ruta internacional I-45, el 2017. Desde el primer instante según las denuncías, hubo un accioar reñido con las buenas prácticas, las normativas vigentes y otros. Documentos y pruebas elaborados por la comunidad y puestas a disposición de las autoridades municipales, deja en evidencia una serie de anomalías, entre otras:

- La eliminación del cerco vivo que se configuraba como deslinde entre el fundo y los propietarios del loteo Fundo Rio Claro, sin mediar acuerdo, sin aviso. (Durante el año 2017)
- Ruidos molestos frecuentes durante el proceso de plantación, transgrediendo la ordenanza municipal #2071 y el decreto 38 de Ministerio de Medioambiente (Durante el año 2017)
- Aplicación de químicos (insecticidas, herbicidas, fitoreguladores, protectores solares, entre otros) de alta y dediana toxicidad, sin el aviso con 24 hrs. de anticipación, ni postura de banderillas, ni cuidado de la deriva, ni supervición del depeje del área afecta a aplicación, ni respeto a los 50 mts de distancia del deslinde para la aplicación, etc., infringiendo el decreto 158 del Ministerio de Salud. Cabe mencionar que hasta el momento tienen cuatro sumarios sanitarios por este motivo, desde el año 2017 al 2019.
- Intoxicación de los vecinos colindantes, por rocío directo al cuerpo, con químicos de alta peligrosidad, teniendo que ser trasladados al hospital, otras intoxicaciones por deriva que no fueron tratadas en el hospital por el desconocimiento de que los síntomas correspondían a intoxicación. (Desde el año 2017 al 2019)
- A partir de Julio del presente año y sin mediar avisos, ni información a la comunidad, se instalaron 8 hélices para control de heladas, de acuerdo a lo conversado con el actual encargado de la administración y trabajos del Fundo Garcés, éstas emiten 55 descibeles, lo que estaría por sobre lo que dictamina el decreto 38 pues en zona rural, lo máximo son 10 descibeles, por sobre el ruido base. Además y aunque cumplieran con los descibeles, tanto el decreto 38, como la Ordenanza Municipal 2071, no permiten ruidos molestos durante el período de sueño, 21:00 hrs. Decreto 38 y 23:00 hrs. Ordenanza municipal. Las Hélices han sido activadas a partir de las 23:00 horas y hasta las 07:30, cada vez que registró, de acuerdo a su programación, temperaturas de 3 o menos grados, incumpliendo, nuevamente con la normativa vigente.
- Les han cortado el paso de las aguas que circulan por las acequias, infringiendo el artículo 833 del Código Civil.
Cabe destacar que Agrícola Garcés colinda, en sus costados con 2 sectores habitacionales, el Loteo Fundo Rio Claro o llamado también, Loteo el Llano Alto y Las Villas, que es el sector con mayor densidad de población de la localidad; por el frente, con el camino Internacional Termas del Flaco I-45, en donde también hay casas de uso habitacional.
- De acuerdo a los documentos de la DGA, sobre los derechos consuntivos que posee Garcés, su capacidad máxima de extracción está muy por debajo de sus necesidades, ya que le alcanzarían para 10 hectáreas y solo en el KM 18 de la I-45, tiene un predio de 60 Ha.
En el video una muestra de la queja de los Vecinos contiguos a la Agricola Garcés. por los constantes ruidos
Desde el momento en que comenzaron estos conflictos, se ha buscado, infructuosamente, ayuda y apoyo de las autoridades, sólo logrando sumarios sanitarios cuyo proceso demora 1 año y su mayor acción es una multa apelable e indicaciones que de no cumplirse, abren otro sumario.
En el Servicio Agrícola Ganadero SAG, también hay sumarios que no conducen a la solución del problema.
OPAL en la plataforma de videos Odysee
Aseguran que recurrieron a Carabineros, por las intoxicaciones de personas, quienes han generado las denuncias y citaciones, pero acusan que la Fiscalía desde un comienzo no quiso tomar el caso, argumentando que, como la intoxicación por pesticidas, no presenta daño visible, no son competentes. Asimismo presentaron la denuncia en la superintedencia de Medio Ambiente y un recurso de Protección por ruidos molestos, en la Corte de Apelaciones de Rancagua.
La I. Municipalidad de San Fernando recepcionó en su oficina de Partes, el documento con los antecedentes de este tema, con fecha 03 de septiembre del año en curso.
La Agrícola por su parte, “atendiendo” todas estas denuncias y sumarios, han asegurado tomar acciones de mitigación. Mitigaciones que las comunidades consideran insuficientes, engañosas y solo buscan crear una sensación de preocupación de la empresa, pero en la práctica ocurre todo lo contrario.
Los graves trastornos al medio ambiente y la normal convivencia de las comunidades que ocasiona la Agrícola Garcés, es solo un caso. En general las empresas agrícolas presentes en el territorio, generan los mismos conflictos: robo y contaminación de aguas, aplicación de pesticidas sin respetar el Decreto Ministerio de Salud N° 158 , en sus artículos 10, 11, 12, 13, 14 y 22, entre otros y ruidos molestos, generados por la hélices de control de heladas.
EL CONFLICTO CON FORESTAL ARAUCO
Forestal Arauco, controlado por el grupo económico de Angelini (AntarChile), posee en la comuna alrededor de 1500 Ha. Dentro de su proceso productivo está la “Cosecha” (tala de árboles) de sus plantaciones que preveen el movimiento de maquinarias y Vehícluos pesados para el tansporte. Lo que se traduce en una gran preocupación, puesto que no se han transparentado los planes de trabajo, ni los estudios de impacto social y ambiental, para desarrollar dicha actividad. A La comunidad no se le ha informado por ejemplo, sobre el flujo de vehículos, el peso de carga máximo que tendrán los camiones de transporte, ni de estudios de sobre contaminación acústica, ni de estudios sobre la contaminación por la combustión de los camiones, además de cómo la cosecha, puede afectar a la desertificación y generación de aluviones, hacia el rio Claro.
Están preocupados también, pues hay un proyecto de pavimentación del tramo de tierra, que se puede ver afectado por esta actividad de la forestal Arauco, evidentemente habrá desgaste y rotura del camino que ya existe, por el tránsito de un promedio de 66 camiones al alto tonelaje. Otra de las interrogantes tiene que ver con la reforestación, y los lugareños se preguntan, de dónde extraerán el agua para mantener 700 Ha, considerando la escasez del recurso.
Más preocupados aún están, cuando otra problemática suscitada por la actividad forestal, podría afectar más aún la salud de los habitantes. Comprobado está que una plaga de avispas taladradoras está afectando a millares de ejemplares de pinos, lo que obliga a que la empresa Arauco deba tomar medidas para el control y eso significa la aplicación de una serie de productos químicos y agrotóxicos.
Según informaciones de autoridades regionales como el SAG (Servicio Agrícola y Ganadero), la situación motivó la puesta en marcha de un protocolo que contempla la tala de los bosques infectados y la mencionada aplicación de químicos, de ahí la preocupación de la comunidad. Ya que se desconoce por la ausencia de estudios y fiscalizaciones, los efectos que éstos pudieran tener en la salud humana, ríos, flora y fauna del lugar.
Con los antecedentes expuestos y muchos otros, queda en evidencia que hay empresas que, en el desarrollo de sus actividades, deja de lado el cumplimiento de la normativa vigente, tanto del resguardo de la salud, del medioambiente y de las obras públicas que son propias de la comunidad, afectado la salud tanto física como mental, como consecuencia de sus actividades (pesticidas, ruidos, contaminación de aguas, polvo en suspensión, combustión de camiones y camionetas, etc) y que los afectados van desde bebés en gestación, niños, adolescentes, adultos, adultos mayores y en el caso de los pesticidas, dos o tres generaciones más.
La comunidad de Alto Colchagua, se ha organizado con la finalidad recuperar la calidad de vida que tenían y han solicitado a las autoridades municipales y otros organismos gubernamentales, una Mesa de trabajo o Comisión, para generar acciones y Ordenanzas, que posibiliten el resguardo de los derechos humanos y del medioambiente. Fiscalizaciones permanentes sobre el uso y extracción de aguas. Frenar proyectos agrícolas y otros, que para su funcionamiento necesiten agua y no cuenten con los derechos que den abasto para lo que pretenden. Solicitar estudios de impacto ambiental a las empresas que requieran del agua, transporte, y cualquier otra actividad que pueda tener un impacto en el medioambiente y la salud.
Miembros de las comunidades también aclaran que no han recibido ningún apoyo, ni visitas de parlamentarios representativos del distrito. Denuncian que ha habido cierto oportunismo del senador “Socialista” juan Pablo letelier, que aparece refiriéndose al tema en un medio local, pero que en los hechos prácticos nunca a visitado la localidad para estar con los afectados, “Jamas hemos visto a Letelier con la gente!!! Solo se le ha visto en almuerzos privados con Garcés!!! Con los horrorosos resultados que ahora se comienzan a conocer”, apuntan.
Foto portada: Alejandro Meza