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El próximo año 2023, se conmemorará 50 años del hito que rompe con el proceso de construcción popular de una Democracia Participativa y Popular, una EXPERENCIA NUEVA forma de Poder, que se enfrenta directamente al Poder de Dominación del bloque dominante del Capital y los privilegiados de este Sistema Económico, Social y Cultural. El llamado “Golpe de Estado”.
El Golpe de Estado Cívico Militar y sus Responsables.
El 11 de septiembre de 1973 no fue “un accidente a la democracia” como los sectores en la administración de los poderes, pretenden, hacernos creer. No es que un grupo de civiles convocó a las Fuerzas Armadas para sacar a un gobierno popular del Palacio de la Moneda. No fueron militares que irrespetaron una Constitución y una Democracia de tradición republicana.


El 11 de septiembre de 1973 fue la máxima expresión de como el Bloque Dominante defiende con todos los recursos a su alcance y control, sus privilegios de clase y defensa de la inalterabilidad del orden de dominación de clases.
La alianza férrea de los representantes políticos del bloque dominante, incluidos los amplios sectores de la Democracia Cristiana, generaron las condiciones de un relato en contra de los avances sociales y organización popular participativa y activa. La Nacionalización de las riquezas naturales, la nacionalización e impulso de los sectores productivos relevantes para el proyecto de desarrollo del país. La políticas y programas de protección social, aumentando y/o profundizando sus coberturas, fueron la motivación principal del accionar fascista, sedicioso y golpista.

Los Medios de Comunicación, propiedad y al servicio de las clases y bloque dominante, cumplieron con el rol de reproducción y amplificación de este relato terrorista, haciéndose cómplices y activistas del discurso y estrategia de desestabilización de un proyecto encabezado por el Presidente Salvador Allende Gossens y protagonizado por las fuerzas políticas amplias que lo apoyaban y por sobre todo la organización embrionaria de este contra-poder social y popular. Sistema de Medios que fueron financiados, como se ha desclasificado, por la C.I.A. y organizaciones financieras y políticas nacionales e internacionales. Quedó demostrado que estos Medios responden a los intereses de clase de sus propietarios y financistas, que la imparcialidad e inocuidad de los Medios de Comunicación es totalmente falsa.

Las asociaciones de dueños de gremios (camioneros, lecheros, abarrotes, etc.) y colegios profesionales, activos partícipes en las políticas de boicot y desestabilización, aliados de los grandes intereses de la burguesía hicieron su aporte a la acción golpista.
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El surgimiento de y desarrollo de grupos paramilitares contra-revolucionarios de derechas, financiados por el bloque dominante y ayudado por sectores de la oficialidad de las Fuerzas Armadas, contribuyó a crear sensación de desestabilización y miedo en la población.
En este contexto, el trabajo dirigido a las Fuerzas Armadas en su conjunto, fuerzas con una conformación racista y clasista, cuyos altos mandos tiene una vinculación directa con el bloque dominante, recogiendo las tradiciones aristocráticas de un militar, un cura y un político en toda “buena familia”. Las Fuerzas Armadas siempre han sido instrumento armado de la burguesía, desde la conformación de esta “república”. Innumerable han sido a lo largo de la historia las muertes, crímenes y persecuciones contra trabajadores, campesinos, pueblos originarios, hombres, mujeres, niños y ancianos, por parte de nuestros “valientes soldados”, “siempre vencedores, jamás vencidos” fundamentalmente enfrentado a un pueblo desarmado de fusiles, pero con todas las armas de la justicia, ideas y dignidad.

Posteriormente formadas en la Escuela de las Américas de EE.UU. (Panamá), escuela de formación ideológica, de intervención y de generación de vínculos, articulación y coordinación a nivel internacional. Fuerzas armadas dóciles y serviles a la burguesía y las otras clases dominantes.
Fuerzas Armadas que no dudaron en concurrir al llamado de los amos a destruir el naciente nuevo orden. El Bloque Dominante hace gárgaras permanentes de la necesidad de defender las “instituciones democráticas”, “instituciones de tradición republicana”, “de la defensa y cuidado de la Paz Social”, hasta que sus intereses de clases se ven amenazados por trabajadores organizados, campesinos unidos y pueblos originarios, levantan la voz y se organizan para la construcción de un nuevo orden. Hasta ahí llega la “Democracia”, pues ya no les sirve como instrumento de engaño y dominación, NO dudan un minuto en destruirla. Es entonces, cuando convocan a sus hienas a romper con la “tradición republicana”.

Prisión Política, Tortura, Destierro, Ejecución Política y Desaparición Forzada.
El mismo 11 de septiembre de 1973 se inicia un largo proceso de violaciones de los derechos humanos fundamentales de un gran número de hombres, mujeres, ancianos y niños en manos de la Dictadura Cívico-Militar.
La historia ya la conocemos, las violaciones también, incluso sabemos el nombre de los principales responsables materiales, sin embargo, los responsables políticos, los cómplices activos o pasivos (como los jueces del tristemente célebre del Poder Judicial) aún viven o han muerto en la más absoluta impunidad.

No solo se selló la Impunidad en materia de Violaciones de los Derechos Humanos con cientos de agentes del Estado que no pagaron un solo día de castigo, por mantenerse en el secreto y anonimato, con la protección de instituciones del Estado. Sino que la Impunidad ha sido Política, donde ningún responsable político fue sancionado por su participación en la creación de políticas de genocidio por parte del Estado. Por haber sido avales de una sangrienta Dictadura. Por haber usufructuado de la Infraestructura del Estado, disfrutando del expolio de las riquezas del país.





Pero lo más vergonzoso a 50 años del Golpe de Estado y el inicio de una política de exterminio y desaparición aún nos preguntamos ¿Dónde Están?

Uno, diez, cien o mil, no es un tema de números, son personas que aún están secuestradas por pactos de silencio.
Todos sabemos quienes son los que saben ¿Dónde Están?, todos sabemos que instituciones tienen los archivos y guardan los secretos, todos sabemos quienes son los responsables institucionales que sostienen los “pactos de silencio”.
Pero además, todos sabemos que ningún conglomerado, coalición o grupo en el poder político ha realmente levantado acciones concretas para saber el paradero de los Detenid@s Desaparecid@s mientras han estado en el gobierno.
Es tiempo que las Instituciones respondan de verdad, es tiempo que exista Verdad, Justicia y Castigo a los responsables materiales y políticos.
Los padres están muriendo, las esposas y esposos, envejeciendo, los hijos aún no saben de sus padres y madres. Mas no serán olvidados y su búsqueda no terminará hasta que los encontremos.
Como cantaba Alí Primera: “Los que mueren por la vida, no pueden llamarse muertos”
¿Dónde Están?