
Conservadores, neoconservadores y fascistas criollos
Asistimos, pues, a una nueva arremetida del conservadurismo extremo, para rechazar la propuesta de una nueva carta magna. Lo que hace algunos meses parecía un camino expedito hacia una nueva institucionalidad -a lo menos cívica y jurídica- aparece hoy como dudoso en las recientes encuestas; otro recurso, éste, de manipulación reaccionaria (o conservadora), de la opinión pública.