
Un Mes con Boric
Se cumple recién un mes de la asunción de Gabriel Boric como presidente de la República, y a pesar de ser un tiempo tan corto ya podemos sacar ciertas conclusions a partir de las acciones y simbolismos de su gobierno.
Se cumple recién un mes de la asunción de Gabriel Boric como presidente de la República, y a pesar de ser un tiempo tan corto ya podemos sacar ciertas conclusions a partir de las acciones y simbolismos de su gobierno.
El diseño político y burocrático reciclado para abordar el conflicto con la nación mapuche está condenada al fracaso. Se insistirá en la teoría de las “vías”, la cual sirve para reforzar una institucionalidad opresora con un discurso que de antemano criminaliza a las expresiones de resistencia.
La definición de “gobierno de izquierda” no ajusta en rigor al que se inicia este 11 de marzo en Chile: sería más exacto hablar de “centroizquierda” e inclusive de un programa socialdemócrata.
Será difícil para Boric dejarlos a todos satisfechos, pero será más difícil aún lograr un adecuado equilibrio entre aquellos que quieren aplicar el “programa” o la llamada “gobernabilidad”.
Ante el Neoliberalismo y el Imperialismo, la Social Democracia hace sus apuestas mientras los sectore revolucionarios son incapaces de construir una alternativa popular y revolucionaria.
“El mal menor” y el “en la medidad de lo posible” son las articuladoras del pensamiento y acción “progresista” en Chile y Latinoamérica.
La siguiente es una columna de nuestro colaborador permanente Sergio Rodríguez Gelfenstein
Las palabras cínicas y malintencionadas que emitió la senadora DC Ximena Rincón tienen algo de cierto: el futuro gobierno de Gabriel Boric “la va a tener muy difícil”. Este no será el gobierno transformador que todos esperábamos…