
NUNCA ESPERAMOS NADA DE TI Y AÚN ASÍ NOS DECEPCIONAS
Me imagino al gran intelectual pensando en nuestra realidad, en nuestro pueblo (el monstruo que componemos todos), sentado en algún café de Vitacura, sintiéndose mal porque Chile no es igual a una postal de escritores que hablan sobre la modernidad en la Francia decimonónica.