Análisis Internacional

El partido que no se jugó

En 1973, la URSS renunció a un Mundial por no jugar en el Estadio Nacional de Chile, convertido en centro de tortura y exterminio. Medio siglo después, Rusia es sancionada deportivamente por la operación especial en Ucrania, mientras que EE.UU. e Israel —responsables de genocidio, invasiones y golpes— nunca han visto a sus atletas excluidos. Lo que revela la doble moral del deporte global.

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El insospechado “triunfo” de Hitler

En ‘el arte de la guerra’ el conocimiento de la Historia es imprescindible. Alejandro Kirk nos ofrece un vistazo excepcional relativo a la II Guerra Mundial y sus consecuencias. Y recuerda una frase demasiado ignorada de Gueorgui Zhukov, el general soviético que fue el estratega y el conductor de la derrota del nazismo:
«Nosotros liberamos Europa del fascismo, pero nunca nos perdonarán por eso».

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La historia no se construye a conveniencia.

Y si de verdad histórica hay que hablar, sólo brevemente, quisiéramos recordar el rol crucial de la URSS en la derrota de Alemania, el fin de la Segunda Guerra Mundial y la liberación de Europa, incluida la Polonia ocupada y los macabros campos de concentración y exterminio que los nazis establecieron en su territorio, como Auschwitz-Birkenau, Majdanek, Treblinka y Sobibor.

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Gran Guerra Patria de la Unión Soviética. Preparando la batalla final

Hoy, al tiempo que Estados Unidos y Europa actuando como aliados del neonazismo ucraniano, fomentan la guerra en ese país mientras que simultáneamente operan como promotores, financistas y proveedores de las armas que han permitido desatar el genocidio en Palestina por la otra, se pretende tergiversar la historia. De ahí que es necesario rememorar la hazaña de los pueblos de la Unión Soviética y refrescar la memoria

Mundo

Interés nacional v/s ideología. ¿Qué mueve al mundo?

La humanidad deberá irse acostumbrando a ello, porque vivimos un tiempo de declive de la hegemonía de una potencia y el ascenso de otra que, paradójicamente no aspira a ella. En cualquier caso, hay que tener siempre presente que, para un país no existen amigos ni enemigos, sólo intereses.