Análisis Internacional

Comunicado al pueblo chileno, en especial a los atacameños y antofagastinos.

Qué curioso. Hoy algunos en Chile desatan su odio contra venezolanos, olvidando que el 22% de su territorio (y su principal riqueza) fue liberado por el ejército emancipador de Bolívar. Las oligarquías y sus medios fomentan este nacionalismo de pelea de barras, mientras amasan fortunas con los recursos. La verdadera patria, como dijo Bolívar, es América.

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Escribe Sergio Rodríguez Gelfenstein

Hoy, cuando en Chile se desatan todos los odios contra Venezuela y los venezolanos, el pueblo chileno debería saber que Bolívar, considerado Libertador de Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Panamá y Bolivia, también lo es de Chile, por lo menos de una parte de su país.

En 1824 cuando en Junín y Ayacucho se consumó la derrota del colonialismo español en América con participación destacada de oficiales y soldados chilenos el mando de los venezolanos Bolívar y Sucre, la provincia de Atacama pertenecía a Perú y la de Antofagasta al Alto Perú, que después pasó a llamarse Bolivia. De manera que los atacameños son hijos de Junín y Ayacucho, no de Chacabuco y Maipú. Su independencia se logró gracias al empuje de soldados venezolanos, colombianos, ecuatorianos y peruanos, también de chilenos y rioplatenses.

El odio sustentado en un falso nacionalismo que a partir de la independencia han insuflado las oligarquías a los pueblos de América Latina, solo sirven a sus intereses. Desatan grandes campañas publicitarias en defensa de la “Patria” cuando en realidad lo único que le importa es defender sus mezquinos intereses de grupo, de sector y en última instancia, de clase.

Siempre recuerdo una ocasión cuando estando en Lima en el momento que se realizaría un juego de futbol eliminatorio para un mundial entre las selecciones de Chile y Perú, centenares de ciudadanos del Perú humilde fueron convocados a concentrase frente al hotel donde pernoctaban los deportistas chilenas en la noche previa al encuentro. Fueron conminados a hacer ruido para evitar el buen descanso de los chilenos. La manifestación iba acompañada de gritos xenófobos que exaltaban un falso nacionalismo.

Mientras tanto, en otro exclusivo hotel de la capital peruana, representantes de la oligarquía chilena que habían viajado a Lima a presenciar la contienda, cenaban con sus pares peruanos y entre brindis y sonrisas consumaban algún negocio. Al día siguiente, mientras las barras de ambos países se enfrentaban retóricamente a través de hostiles cánticos racistas que exudaban un nacionalismo fanático, en los palcos del estadio, oligarcas chilenos y peruanos brindaban por el desarrollo del encuentro. Sin importar el resultado, salieron del estadio y continuaron la juerga en otro encumbrado restaurant de la ciudad.

Deben saber los chilenos que de los 756.102 Km² de superficie de su país, 168.275 km² pertenecientes a Atacama y Antofagasta, es decir el 22,25% del territorio -que por cierto es el que aporta la mayor riqueza al país – fue liberado por soldados venezolanos y de otros países sudamericanos que dieron su vida por la independencia de un pueblo hermano. Posteriormente, intereses imperialistas británicos desataron una guerra fratricida que condujo a la usurpación de esos territorios en favor de la oligarquía minera chilena.

Ahora, cuando un nazi alemán gobernará Chile desatando toda su furia racista y supremacista contra los descendientes de esos soldados patriotas, no deben olvidar los chilenos que junto a ellos, ciudadanos de otros pueblos derramaron su sangre por la independencia. Atacameños y antofagastinos en particular, no deberían rechazar a sus hermanos venezolanos, colombianos y peruanos que han llegado a sus tierras huyendo precisamente de las desgracias que han debido enfrentar motivadas en la codicia, el afán de lucro y la voracidad de esas mismas oligarquías que -sin importar cuál es su país de origen- anhelan acumular riquezas a costa de la explotación inmisericorde de los humildes a los que odian, sin importar cuál es su país de origen.

No es tan importante el país en que se nace sino la clase a la que se pertenece y los intereses que se defienden. Para los venezolanos, como dijo el Libertador Simón Bolívar “La Patria es la América”.

Consultor y analista internacional

Sergio Rodríguez Gelfenstein


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