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Como pueblo, compuesto de vidas sencillas y trabajadoras, nos enlazamos generacionalmente en el símbolo de nuestra lucha por la dignidad de la existencia humana, de nuestra existencia, reivindicamos la experiencia vital de existir en la lucha contra la injusticia, de la usurpación, la explotación, el despojo y el menosprecio.
En todas las generaciones nos hemos levantado contra el dolor que esto causa entre nuestros semejantes, son así los pobres del campo y la ciudad los más humanos, los más dignos y dignas, los más valientes y los más sabios, fueron los más despreciados por la oligarquía criolla Española quienes tomaron las armas contra el imperio de la época, organizando así después de casi 300 años de matanzas indiscriminadas, una conciencia crítica de pertenencia que se abraza del mundo mapuche despojado y vejado, que es de donde realmente venimos, y decide echar su suerte en la guerra por la justicia.
Los amantes de la burguesía dirán que fue gente obligada y que en realidad esa fue una guerra auspiciada por la oligarquía entre las burguesías contra los españoles, pero quienes hablan así no solo menosprecian a esos combatientes mapuche y populares, a sus círculos de vida, sus viudas, sus hijos huachos sacrificados, sus amores inconclusos dispersos por el territorio, sino que además evidencian la más absoluta ignorancia de lo que es la guerra.
Ninguna guerra se gana con un pueblo obligado a luchar, el espíritu que está detrás de cualquier guerra es el que domina el estado de ánimo y la convicción de victoria, la disposición a enfrentar el combate y jugarse la vida, eso no se hace obligado, es la justeza de las razones que están detrás de las causas las que alimentan los espíritus y transforman las convicciones en valor y deseos de victoria.
CEFIRO EN INSTAGRAMEse pueblo derrotó a los españoles, le puso plazos a O’Higgins y lo saco del poder, convoco una legítima asamblea constituyente en 1826, después de haber expulsado a los españoles y haberlos derrotado en la batalla de Chacabuco, el 12 de febrero de 1817. Un año después se firmaría la independencia, que rápidamente sabríamos sería solo simbólica, en esa independencia el pueblo vencedor reconoce la independencia del pueblo mapuche, sus fronteras y la hermandad de origen que une ambos pueblos.
El 18 de septiembre de 1810 los usurpadores de siempre, ayer como hoy, intentan maquillar su participación espuria y traidora como día de independencia, cuando en realidad fue el día donde se firma una declaración cobarde de las oligarquías locales para proteger y cuidar la corona del rey Fernando VII mientras Napoleón lo tenía preso.
"Víctor Jara, nunca podrán borrar tu legado"
Siempre la oligarquía nacional ha usurpado la soberanía, incluso ha desarrollado la más alta de las traiciones que se le puede hacer a un pueblo, crear ejércitos mercenarios para asesinar a los legítimos combatientes del ejército libertador, esto lo ha hecho una práctica, realizada ya tres veces en nuestra historia, por la misma oligarquía.
Con esos ejércitos mercenarios nos han asesinado 23 veces, su modus operandi es siempre el mismo, mentir políticamente, tergiversar, corromper, chantajear, coludirse y cuando nada les sirve, asesinar, masacres colectivas, golpes de estado, todo por mantener sus privilegios y patrimonio fruto del saqueo y la explotación, lo que evidencia el profundo desprecio por el pueblo chileno de esta oligarquía nacional,
Es nuestro deber rescatar del olvido a todas esas generaciones de pobladores y pobladoras, de gañanes, peones, pirquineros, campesinos y de mapuche, del pueblo mestizo chileno, que han levantado con su propia vida y existencia la dignidad popular una y otra vez tan alto como la cordillera de los Andes, el gigante popular es este pueblo trabajador, el mismo de la revuelta, este que somos todos y todas.
Guerras de independencia, guerras civiles, matanzas, levantamientos populares, mancomunales, oficiales leales, cordones industriales, guerrillas urbanas, mapuche en armas, asambleas populares hasta conseguir que la dignidad de nuestra existencia reivindique por fin y para siempre la historia larga de nuestro pueblo, para vivir digna y alegremente entre la cordillera y el mar.
Por Escuela Horizonte de Pensamiento Popular Ñuke Mapu, diciembre 2023, año del genocidio.
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