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No pierden nada por esperar

Algo me dice que el escenario de la acción politica no está en el Parlamento. Ni en La Moneda. Ni en las madrigueras de tanto abrazafarolas refugiado en municipios y gobernaciones. Todo lo que de allí viene busca conservar los privilegios de una minoría, y los sufrimientos de la inmensa mayoría.

Blogs y opinión

“Jiles, el Síntoma”

El sistema político venía presentando grietas, tensiones, nudos sin resolver, que con el infame gobierno de Piñera quedaron más al descubierto. Entre los elementos más notorios de este malestar están la crisis de representatividad y de legitimidad, y es en esas instancias en que suelen emerger liderazgos polémicos, pero no por eso menos válidos.

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Impunidad y represión: Informe de amnistía sobre Chile

La crisis de derechos humanos, que se inició con el estallido social, dejó a miles de personas heridas por agentes del Estado y una sociedad dolida. Las personas, en su gran mayoría, no salieron a las calles a destruir, sino todo lo contrario: a plantear la necesidad de construir un Chile distinto.

COLUMNA

Carlos Peña: El pastor de lo constituido en Chile

Carlos Peña se ha convertido en el mejor pastor de lo constituido en Chile, que ha sido heredado de la dictadura militar y perfeccionado en democracia, tanto por coaliciones de izquierda como de derecha. Su prédica institucionalista ha sido una forma de cuidar lo existente y negar cualquier posibilidad de transformación política relevante.  

Presos políticos

¿“Prisioneros Políticos”?

La prisión, tal como en tiempos de Pinochet, hoy se está utilizando para contener la revuelta social, y se presiona a la Fiscalía y a los jueces a través de las apelaciones del Ministerio del Interior… es demasiado evidente la arbitrariedad con que se ha usado la prisión preventiva para criminalizar la protesta social.

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¡Que se vaya!

Pocas veces en la Historia de una nación se llega al extremo de desear «Que se vayan todos». Todos los politicastros profesionales que han vivido mamando durante décadas, esquilmando, estafando, robando, y sirviéndole de esbirros al gran capital extranjero. A eso hemos llegado en Chile. La estabilidad política es a ese precio: la desaparición de la costra política parasitaria.